Bajo la presion del enemigo

 

Si Ezequías quiere convencerlos de que confíen en el Señor, y les dice: “El Señor ciertamente nos salvará; él no permitirá que esta ciudad caiga en poder del rey de Asiria”, no le hagan caso. El rey de Asiria me manda a decirles que hagan las paces con él, y que se rindan, y así cada uno podrá comer del producto de su viñedo y de su higuera y beber el agua de su propia cisterna. Después los llevará a un país parecido al de ustedes, un país de trigales y viñedos, para hacer pan y vino, un país de aceite de oliva y miel. Entonces podrán vivir bien y no morirán. Pero no le hagan caso a Ezequías, porque los engaña al decir que el Señor los va a librar. ¿Acaso alguno de los dioses de los otros pueblos pudo salvar a su país del poder del rey de Asiria? 2 Reyes 18:30-33 DHH

El enemigo siempre esta ahí en el momento indicado tratando de desmoralizar, para implantar el caos y la duda, para poner en tela de juicio las promesas de Dios, en muchos momentos de nuestra vida donde estemos en medio de alguna prueba.

El quiere que nos rindamos, que dejemos de luchar y nos promete saciedad, queriendo engañarnos con que su esclavitud es mucho más placentera que nuestra libertad conseguida en Cristo.

Estas cosas no suceden porque sí, son pruebas de fe que Dios permite para crecer, fortalecerse, aprender a vivir en total dependencia de Él, vencer la ansiedad y la desesperación no es una tarea fácil, mas cuando intentamos solucionar todo por nuestras propias fuerzas.

Hay que cambiar de mentalidad, dejar de buscar la salvación de parte de Dios y empezar a buscar con todas nuestras fuerzas al Dios dueño y creador de todas las cosas, el que de todo nos liberta y en todo nos bendice si realmente le entregamos nuestras cargas. Cuando empezamos a ver la vida de esta manera, ninguna amenaza, engaño, duda entrara y se radicará en nuestras vidas y nuestra fe crecerá de manera ilimitada.

Si analizamos nuestro interior; Somos capaces de decir en momentos de auge de que Dios es fiel; hasta de forma sistematizada, pero ¿somos capaces de decirlo también en momentos de tribulación; donde todo nuestro panorama es oscuro y no vemos su respuesta, cuando el enemigo nos muestra atajos o soluciones rápidas ó nos promete la tierra prometida sin atravesar el desierto?

Ezequias literalmente la paso muy mal, rasgo sus vestidos y se amargo tremendamente por la presión que el rey de Asiria le estaba poniendo, pero no dejo de buscar la guia de Dios, el cual a través del profeta Isaias le responde:

Mira, yo voy a hacer que llegue a él un rumor que lo obligue a volver a su país, y allí lo haré morir asesinado.” 2 Reyes 19:7 DHH


Esperar en Dios forma nuestra paciencia, nuestra fe y nos fortalece, aunque por momentos sea duro y difícil de sobrellevar, es el verdadero camino y el único lleno de luz.

De nada sirven las soluciones rápidas y las promesas vanas que nos dá el enemigo, él nada bueno quiere para nosotros.

Nuestros problemas gigantes para Dios no son nada, es dueño de hacer lo que quiera como Él quiera y nosotros, tan duro que somos, tratamos de resolver todo por nuestras propias fuerzas cuando Él puede tener una solución sencilla y eficiente.

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Isaias 55:9 RV 1960