DETRAS DE LA TORMENTA
Con su cruz en sus hombros, caminando hacia el monte de la Gólgota. Para las autoridades romanas solo un condenado, para los judíos un blasfemo opositor de su fría religión. Para Dios, el sacrificio redentor de la humanidad, su hijo amado pagando por todos, la victoria sobre el reino de las tinieblas, sobre la misma muerte. ¿Que sucedió en aquel monte, en esas oscuras y trágicas horas finales de aquellos condenados a la pena máxima? Para el mundo que los rodeaba eran solo malhechores que pagaban su merecido de la peor manera, pero, ¿a quien le importaba? ¡Algo habrán hecho! era la frase mas escuchada, "Tengo que seguir con mis asuntos... mañana ya nadie lo recordará." Mirándolo con nuestros ojos naturales solo podemos ver la derrota, la injusticia en su máxima expresión. Vemos la corrupción pasando delante de la cruz en cada escena, en cada minuto que pasa. Juego de azar para "heredar" sus vestiduras, las endurecida y ciega autoridad religiosa gritánd...